Entre lo concreto y lo estratégico

La Laguna del Cisne, principal fuente de agua potable para miles de personas en la Costa de Canelones, sufre presiones ambientales que ponen en riesgo la disponibilidad de este recurso. Vecinos de la zona contribuyen en las soluciones a corto y mediano plazo a través del proyecto Relevamiento socio-productivo de la Cuenca de la Laguna del Cisne apoyado por PPD Uruguay. Conoce su experiencia

La Costa de Canelones es la zona de nuestro país que ha sufrido el mayor impulso urbanizador en los últimos 30 años y uno de los mayores a nivel latinoamericano. Este progresivo aumento poblacional trae consigo la demanda de mayores servicios —el principal de ellos es el agua potable — siendo su principal consecuencia las aguas servidas. 

En la década del 70 la Usina de OSE en Salinas comienza a proveer de agua potable a gran parte de la Costa de Oro, desde el balneario Neptunia hasta Costa Azul, teniendo que aumentar exponencialmente su producción para acompañar este empuje poblacional. Esta situación genera una mayor presión  sobre las fuentes hídricas, en este caso sobre la Laguna del Cisne, que además sufre las consecuencias acumuladas del uso intensivo del suelo en la cuenca, comprometiendo la  sustentabilidad futura del suministro de agua potable.

El proyecto Relevamiento socio-productivo de la Cuenca de la Laguna del Cisne (CLC), ejecutado por la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR), se propuso finalizar el diagnóstico socio-productivo de la Cuenca de la Laguna del Cisne de manera de contribuir con la planificación estratégica del desarrollo de una cuenca  agroecológica, facilitando la transición con las familias de la zona. 

La intensificación del uso agrícola y las malas prácticas de aplicación de plaguicidas y fertilizantes  asociadas a las actividades agropecuarias de la zona son las que están poniendo en peligro el uso del agua de la laguna para consumo humano. Esto ha sido detonante de numerosos conflictos entre pobladores, productores y usuarios tanto del agua potable como de los servicios ecosistémicos de la Laguna del Cisne. 

A fin de dar respuesta a dichos conflictos sociales y ambientales, en abril de 2015, la Intendencia  de Canelones promulgó medidas cautelares para el ámbito de la CLC (570 padrones rurales) acordadas en la Comisión de Cuenca de la Laguna Cisne que entraron en vigencia a partir de su reglamentación en octubre del mismo año. 

Durante la ejecución del proyecto, se generaron espacios de encuentro y talleres que consolidaron los vínculos entre vecinos y fortalecieron el desarrollo social de la Cuenca. 

En setiembre de 2020, los referentes del proyecto dieron cuenta de los resultados alcanzados, la concreción de un mapeo socio-productivo que permitió conocer en profundidad el 55 % de la superficie de la Cuenca y contribuir así a la definición de líneas estratégicas de trabajo que incorporan las necesidades sociales, productivas y ambientales de la zona y de la comunidad.

Del relevamiento surgió la incorporación de un nuevo objetivo al proyecto, demandado por la comunidad local, la realización de un plan piloto de un ecosaneamiento construido en la Sociedad de Fomento Rural de Piedra del Toro.

Esta propuesta de construcción participativa surgió como una necesidad de los vecinos para eliminar los pozos negros y trabajar sobre otro de los problemas que se generan como consecuencia del aumento de agua potable: la acumulación de aguas servidas. La experiencia permitió brindar herramientas concretas para que los participantes puedan reproducir la experiencia en sus predios.

En síntesis, el proyecto Relevamiento socio-productivo de la Cuenca de la Laguna del Cisne generó espacios para relevar información, compartir saberes y juntar vecinos para pensar estratégicamente el desarrollo ambiental y productivo de la zona, y resolver situaciones concretas. 

 

UP