El proyecto busca implementar un sistema integrado comunitario de gestión de residuos para reducir su presencia en lugares inadecuados en los que se crean condiciones de insalubridad, para evitar la quema de basura a cielo abierto, fortaleciendo la recuperación y aprovechamiento de los residuos a través del reuso y el reciclaje.
El proyecto busca disminuir sustancialmente el volumen de plásticos vertidos en los contenedores de residuos comunes, o abandonados en lugares públicos de la localidad (calles, playa, bañado, laguna, campo).
El proyecto se propuso contribuir a reducir el impacto ambiental producido por el desecho de residuos textiles. A lo largo del proyecto se capacitaron en la identificación, clasificación y reutilización de los residuos textiles a jóvenes madres y padres, participantes de Casa Lunas, con la finalidad que puedan ser “promotoras” medio ambientales. Estas jóvenes participaron de talleres de capacitación, adquiriendo habilidades para la utilización de útiles y herramientas. Son capaces de diseñar y confeccionar algunos productos sencillos como accesorios para el cabello y almohadones y todas adquirieron experiencia en el uso de planchas y cuchillas de corte, así como también a utilizar las máquinas de coser en costuras rectas.
El proyecto se propuso hacer conocer a grupos de jóvenes y adultos técnicas de bioconstrucción y de reciclaje de material de desecho, formando a la vez multiplicadores de estas técnicas. El contexto de trabajo es una ciudad puerto que en los últimos años ha conocido un “desarrollo” exponencial e imprevisto con serias consecuencias para la comunidad.
El proyecto contribuyó a la mejora de las condiciones ambientales en Casavalle a través de la clasificación diferencial de los residuos domiciliarios y la implementación de una usina de vermicompostaje. Para eso, se ha capacitado a jóvenes de la Cooperativa Comunidad Padre Cacho y Centro Juvenil Pirincho como promotores ambientales, a través de talleres sobre cuidado y gestión ambiental. Se han capacitado también para la difusión del proyecto y sobre comunicación comunitaria.
El proyecto está contribuyendo a mejorar la calidad de vida de la población de la localidad de Arenales, a través de la gestión responsable de las aguas residuales en 12 predios de pequeños productores rurales y en la escuela rural de la zona, que no cuentan con una disposición final segura y adecuada de sus efluentes.
El proyecto ha permitido la construcción de un humedal artificial para depurar y reutilizar las aguas residuales de origen doméstico y solucionar la falta acceso al saneamiento y los consecuentes problemas sanitarios y ambientales. El proyecto ha sido desarrollado por la Cooperativa de Vivienda por Ayuda Mutua GUYUNUSA que cuenta con 10 viviendas en barro.
El proyecto se propuso impulsar una preclasificación domiciliaria de residuos sólidos en 100 familias del barrio Santa Catalina, la instalación de una planta de clasificación de dichos residuos y la elaboración de Compost para su utilización como abono en una huerta orgánica. Se trabajó además en el involucramiento y la participación de la comunidad.
El proyecto fue llevado adelante por 10 familias de pequeños productores rurales de San Bautista, cuya producción se caracteriza por una gran diversidad de rubros, predominando las producciones animales que generan grandes cantidades de estiércol que queda acumulado en los predios, ocasionando problemas de contaminación ambiental (aumento de la población de ratas y contaminación del arroyo El Colorado).
El proyecto se focalizó en el trabajo en predios de la zona que se caracterizan por tener suelos empobrecidos, con bajos niveles de materia orgánica, desestructurados y con medianos a altos grados de erosión. Por lo tanto, se buscó dejar en funcionamiento herramientas de tecnologías apropiadas y de bajo costo, que permitieran a los productores familiares realizar la elaboración y abonado con compost de las parcelas que siembran.