Producción familiar y sostenible en las Sierras de los Rocha. La experiencia de Zoe y Andrés

Hace 14 años se establecieron allí; hoy junto a sus cuatro hijos llevan adelante varias propuestas productivas que tienen como eje central el cuidado de los recursos naturales.

A 20 km de la ciudad de Rocha, se encuentran las Sierras de los Rocha. Una zona rural de unas 4.000 hectáreas que, a lo largo de la última década, se ha repoblado con familias jóvenes que apuntan a un modo de vida sostenible, relacionado a un cambio en la manera de producir y con una impronta fuertemente participativa.

Este es el caso de Andrés Nijamkin y Zoe Díaz, una pareja de argentinos que hace 14 años llegaron a Uruguay para establecerse en las Sierras y terminaron formando una familia. Hoy, junto con sus hijos Aurora, Juana, Olivia y Simón viven en la Granja La Compartida, lugar en el que ponen en práctica todas sus ideas. Apuntan al autoconsumo, transforman los desechos en abono, elaboran biopreparados y promueven la producción de biogás a pequeña escala a través de residuos orgánicos. Tienen abejas, vacas lecheras, chanchos, pollos y gallinas pastoriles.

Juntos llevan adelante el proyecto Prototipo, tecnologías saludables para el campo, un modelo de tecnologías productivas basadas en la optimización de los recursos internos de la finca. Creen que es una forma de conectar el mundo animal, vegetal y energético de forma saludable, regenerativa y productiva. Brindan un asesoramiento integral y dan talleres para compartir su filosofía de vida.

En 2013 junto a un grupo a vecinos de la Sierra de los Rocha obtuvieron el apoyo del PPD para implementar el proyecto Sistemas para un manejo sostenible del agua en el medio rural, mediante el cual se proponían realizar la construcción de sistemas de recolección y almacenaje de agua de lluvia y realizar el diseño y la ejecución de 3 sistemas de tratamiento de efluentes en la zona.

En el marco de los 15 años del PPD en Uruguay invitamos a Andrés al conversatorio sobre El cuidado del agua, y así nos narraba su experiencia:

«Lo que hicimos con el apoyo del PPD fue solucionar el abastecimiento de agua potable en la comunidad de vecinos de Sierras de los Rocha —un grupo de 50 familias que va creciendo—, generamos diferentes puntos de abastecimiento de agua potable distribuidos a lo largo del barrio y de la zona geográfica. Usamos la técnica del ferrocemento y la captación de agua de lluvia de algunos techos para lograr tener almacenaje de agua potable distribuida en diferentes puntos del barrio. En las acciones prácticas y concretas, construimos 5 tanques de entre 15 mil y 20 mil litros, y algunos más pequeños con otros proyectos más chicos que después cuajamos en Sierras de Aiguá. Trajimos la tecnología a la gente. Primero, a nosotros y, después, la difundimos para que la gente se apropiara de ella».

Andrés hace especial énfasis en la importancia de los procesos y de los cambios que se generan en la comunidad a partir de la incorporación de nuevas prácticas.

«Fue bastante enriquecedor, movido y muy laborioso. Cuando armamos todo el proyecto y lo ejecutamos, que duró un año y medio, generamos jornadas de capacitaciones. Tal vez, veíamos que la respuesta no era la que nosotros esperábamos, pero hoy por hoy, habiendo pasado un ciclo, las obras siguen funcionando, están ahí. Con el proyecto, construimos cinco tanques y hoy hay más de doce. Se están haciendo más en diferentes casas de familias o grupos colectivos nuevos que se instalan en la zona, que pueden ver la experiencia y confiar en que funcionan, en que ha sido una buena solución y que está a la mano para realizar.

Hemos sido referentes, brindando apoyo y marcando algunos puntos específicos de nuestro aprendizaje. También hemos capacitado algunas obras desde lejos, utilizando herramientas como WhatsApp».

Zoe y Andrés no dejan de pensar en nuevas ideas para poner en práctica modos de producción que beneficien el ambiente que habitan. Junto a su comunidad tienen sueños y ganas de desarrollar nuevos proyectos y el compromiso por extender su experiencia más allá de su entorno.

¿Qué ideas o sueños tienen por delante?

«Soberanía alimentaria. También, te diría ganadería regenerativa para todo el Uruguay, regeneración de suelos y secuestro de carbono con ganado, recuperación de pasturas nativas con ganado, recuperación de las poblaciones rurales a través de todo esto, producción de cereales, de forrajes, de semillas…».

«Uruguay está increíble para conectar, para difundir buenas prácticas, todo lo que venimos conversando. Hay que ir por más, porque con resolver pequeñas cositas de nuestro cotidiano cambiamos y mejoramos. Necesitamos meter segunda, tercera y comprometernos con los cambios».

La experiencia que llevan adelante juntos es un claro ejemplo del potencial de las acciones locales para solucionar problemas globales.

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