El proyecto se propuso apoyar a productores familiares convencionales y jóvenes de Sauce para conocer, apropiarse, implementar y monitorear un programa de gestión ambiental predial orientado a mejorar la calidad de los recursos naturales y la calidad alimenticia a través de la práctica de una Agricultura Sustentable. Como resultado del proyecto se capacitaron 20 jóvenes monitores en gestión ambiental predial para una agricultura sustentable (GAPAS).
El proyecto pretendió consolidar la horticultura orgánica y el uso de la energía solar en las familias de los barrios Las Piedras, Las Laminas y Cuareim, contribuyendo a mejorar la alimentación y la calidad de vida de sus habitantes en condiciones socio económicas muy vulnerables. Se llevaraon a cabo actividades de sensibilización acerca de los beneficios de la producción orgánica, capacitación para la producción de hortalizas, elaboración de comidas para su consumo o venta local, técnicas para mejorar la productividad, y construcción de artefactos solares para uso doméstico.
El proyecto contribuyó a mejorar la calidad de vida y el aprovechamiento de los recursos naturales en las zonas con potencial de turismo ecológico en: Laureles/ Lunarejo, Arerunguá, Tres Cruces y Valle Edén (Departamentos de Tacuarembó, Salto y Rivera). Para ello, se buscó la incorporación de prácticas integrales de manejo agroecológico (con un diseño predial acorde a las características ecológicas y productivas específicas, basado en principios de sustentabilidad) aplicadas en cuatro predios “faros”, de carácter demostrativo hacia otros predios familiares de la zona.
El proyecto buscó incrementar la disponibilidad de semillas de variedades criollas de cultivos hortícolas, agrícolas, abonos verdes, y plantas medicinales y aromáticas, mediante el apoyo directo a los productores vinculados a través de una red de semillas.
El proyecto fue llevado adelante por 10 familias de pequeños productores rurales de San Bautista, cuya producción se caracteriza por una gran diversidad de rubros, predominando las producciones animales que generan grandes cantidades de estiércol que queda acumulado en los predios, ocasionando problemas de contaminación ambiental (aumento de la población de ratas y contaminación del arroyo El Colorado).
Este proyecto de Educación Ambiental se centró en la realización de una serie de talleres en la Escuela Rural Nº 39, que funciona además como centro de prácticas para estudiantes de magisterio. Se llevaron a cabo talleres y jornadas de capacitación-sensibilización-difusión dirigidos a los alumnos y docentes de la escuela, los estudiantes de magisterio y la comunidad en su conjunto. Los ejes temáticos de las actividades giraron en torno a: biodiversidad, cambio climático, contaminantes orgánicos persistentes y degradación de tierras, todo en un marco conceptual de soberanía alimentaria y agroecología.
El proyecto fortaleció a una pequeña comunidad rural integrada por 11 familias, conocida como Los Furtado, facilitándoles un conjunto de herramientas para favorecer su sustentabilidad, basándose en el mejoramiento de la producción de Arachis pagea (maní), cultivo de alto valor proteico y alimenticio.
La Sociedad de Fomento de Colonia Juan Gutiérrez integra un grupo interinstitucional (Unidad Ejecutiva de Rincón de Pérez) que desde 2007 está impulsando un proceso de co-gestión participativa en el Área Protegida de Rincón de Perez (Montes del Queguay).
El proyecto, ejecutado por la Sociedad Rural Cándido Cal, planteó en forma participativa una propuesta de manejo de la pastura natural para predios familiares, realizando experiencias demostrativas en los predios de 9 familias de la zona de Mariscala.
El proyecto apunta a involucrar a la Sociedad Fomento Rural de Pan de Azúcar y a sus productores en la problemática de la conservación del campo natural y en las diferentes alternativas técnicas para su uso sostenible y la conservación de todas sus especies.