El proyecto se propuso fomentar el uso de energías alternativas, como es la generación y uso de biogás y biofertilizante a través de biodigestores y contribuir a la reducción de las emisiones de metano generadas por el estiércol vacuno de los establecimientos rurales. El proyecto logró capacitar a productores y sus familias en la construcción y mantenimiento de biodigestores. Se proponían construir cinco biodigestores piloto para la generación de energía, pero debido a dificultades surgidas durante el transcurso del proyecto, se construyeron solamente tres biodigestores, y solamente uno de ellos estuvo en correcto funcionamiento al finalizar el proyecto.

El proyecto promovió el uso de tecnologías alternativas apropiadas y el uso eficiente de la energia, para reducir el consumo de fuentes energéticas convencionales. Se ha implementado un sistema de aislación térmica de las viviendas y el uso de colectores solares y estufas de biomasa a combustión lenta para generar ahorro energético y mejorar la calidad de vida de los integrantes de la Cooeprativa Guyunusa.

El proyecto procuró contribuir a la producción de energía alternativa a través de la instalación de biodigestores en predios lecheros en los departamentos de Rocha y San José. Para el desarrollo del proyecto, se realizarón talleres de difusión y talleres de presentación de la tecnología en Castillos, en la ciudad de Rocha, y en el pueblo Juan Soler en San José, así como talleres de capacitación para productores.

El Centro Emmanuel de Colonia Valdense cuenta con una granja orgánica y con un pequeño tambo con promedio de 10 vacas en ordeñe y donde se elabora queso artesanal tipo Colonia y dulce de leche. Con el proyecto se buscó realizar un manejo de los efluentes del tambo y de la quesería para minimizar la contaminación y al mismo tiempo, mejorar el sistema productivo de dicho Centro.

El aumento de producción de leche de los predios asociados a la Sociedad de Productores de Leche de San Ramón (SPLSR), ha provocado un aumento en los efluentes en la salida de las salas de ordeñe y ha incrementado la demanda de energía de los predios tanto para la cosecha de la leche como para las operaciones de limpieza, aumentando los costos de producción.